Balduino IV, el rey leproso de Jerusalen.

MARZO 21, 2014 / UNAHISTORIACURIOSA

Hoy vengo a hablaros del mejor rey que tuvo el reino de Jerusalén, Balduino IV, un hombre que tuvo la lamentable suerte de padecer la lepra, y un hombre que luchó (pese a su enfermedad) por la paz entre cristianos y musulmanes.

Balduino nació en Jerusalén en el 1161 y fue educado por Guillermo de Tiro, Guillermo era un gran hombre culto y sabío, y le enseño a joven príncipe todo lo que necesita saber, además fue el y no los médicos del rey el que se dió cuenta de la terrrible enfermedad que padecía el muchacho. El estaba jugando con otros niños, y sufrió varias heridas, pero no le dolían, Guillermo se dió cuenta de que padecía la lepra, una enfermedad que era incurable en aquella época, y que aparte de pudrirle en vida y deformar su rostro, tenía otra consecuencia por su condición de príncipe, por lo contagioso de su enfermedad no podía casarse ni tener descendencia, por lo que le sucedería su sobrino Balduino V hijo de su hermana Sibila. Los musulmanes decían que esa enfermedad era un castigo divino, por los pecados de su padre y su abuelo.

Pintura en la que se ve a Balduino jugando en la parte izquierda y a Guillermo percatándose de su terrible enfermedad en la derecha

Balduino empezó a ocultar su rostro con máscaras de plata, y iba siempre totalmente cubierto; guantes, varias túnicas, capas, todo ello debido a lo contagioso de su enfermedad, al parecer su hermana Sibila nunca iba a verle, y no por que no lo amara, sino porque no podía aguantar ver que su antaño bello hermano, su hubiera deteriorado de esa manera, solo fue ha verlo en su lecho de muerte en donde le dijo que siempre le había querido.

Una de las máscaras de plata, con la que ocultaba su rostro.

Su padre murió en el año 1174 por lo que el joven príncipe fue coronado rey con apenas 13 años, durante su minoría (que fue hasta los 16), no fue el quien gobernó, sino dos regentes primero Miles de Plancy y luego Raimundo III de Trípoli.

Una vez cumplió la mayoría de edad no tuvo que esperar mucho tiempo para enfrentarse a los musulmanes, pues ese mismo año en el 1177, el ejército de Saladinoinvadió territorio cruzado, el joven príncipe que había tenido un gran maestro, no se escondió y pese a su enfermizo estado, dirigió el mismo al ejército.

Balduino sabía que no podía atacar a Saladino de frente, puesto que el ejército de este último era mucho mayor, así que encontró una manera de atacar su retaguardia por sorpresa, los musulmanes sorprendidos y desconcertados huyeron en desbandada y Saladino se salvó por poco, murió toda su guardia personal protegiendole, de lo contrario habría muerto. El joven rey aún pese a su enfermedad luchó con gran valor y esto inspiró a sus hombres, lo que hizo que lucharan con gran coraje. Esta fue la última gran victoria en oriente durante la llamada batalla de Montgisard

“Aquel día pensé que viviría 100 años, hoy se que no llegare a los 30” Balduino IV

Dos años después se libro otra batalla entre ambos lideres la batalla del Vado de Jacobo, los cruzados estaban construyendo un castillo de dimensiones similares al Kerak de los caballeros cerca de Damasco  (el castillo estaba sin terminar solo el anillo de murallas exterior y una torre), Saladino no podía permitir esto y fue al lugar con su ejército, el joven príncipe acudió en auxilio de los que estaban allí, pero llegó tarde, cuando llegó habían matado a todos cuantos allí había y habían desmantelado el castillo piedra a piedra.

Lo que si pudo evitar poco antes de su muerte, (que le provocó el propio viaje al Kerak) y después de 3 años de paz que echo a perder Reinaldo de Chatillón, fue que Saladino tomará el castillo del Kerak, este castillo era de Reinaldo, un hombre vil y sangriento de la orden los templarios, que había estado hostigando a las caravanas comerciales musulmanas durante el acuerdo de paz, Balduino acudió allí rápidamente y volvió a ganarle la partida a Saladino ya que este se vió entre las grades murallas del Kerak y el formidable ejército de Jerusalen, por lo que vergonzosamente, tuvo que retirarse. Pese a ello el líder musulman lo admiraba y siempre fue cortés con él, ya que Saladino era un hombre justo y sabía del valor y la inteligencia del príncipe.

“Dile al sultán Salah Al-din que Jerusalen ha venido” Caballero Árabe

Pocos meses después de volver a Jerusalen el joven rey falleció, por aquel entonces ya estaba ciego, tenía la cara completamente desfigurada y sus brazos y piernas estaban mutilados. Fue un rey muy sabio que fue injustamente olvidado en el tiempo, (recuperada su memoria tras la magnífica pelicula “El reino de los cielos”) que intentó conseguir la dificultosa paz entre cristianos y musulmanes y que solo tomo las armas cuando su reino se vió amenazado, y es justo decir que si no hubiera sido por su reinado, (que duro más de lo esperado) los estados cruzados hubieran desaparecido mucho antes de tierra santa.

Balduino IV en fragmentos de la pelicula, “El reino de los cielos”

Dr Guerra.

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