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sábado, 3 de junio de 2017

El Ferrocarril Sánchez – La Vega, Don Gregorio Riva, auge y descendencia, su gran precursor, una obra que no debió colapsar

El  Ferrocarril Sánchez – La Vega, Don Gregorio Riva,  auge y descendencia, su  gran precursor,  una obra que no debió colapsar
FUENTE; obra SANCHEZ, cien  años  de vida municipal,  autores; Mercedes Mata Olivo, Dulce María Olivo y Graciela Paredes R., Impreso en los talleres litográficos de la editora Nordeste, Santo Domingo,  Junio 1986, fotos y texto
Es  a partir de 1880, cuando en la República Dominicana, se  presentan las condiciones para la instalación de  proyecto de la  primera vía férrea del país  contemplaba   abarcar los pueblos de Samaná y Santiago, pero solamente  se extendió hasta La Vega de Jima a San Francisco  de Macorís años más tarde, con el  la región del cibao entro en pleno desarrollo económico, social y cultural
La historia del ferrocarril Sánchez-La Vega, no se puede escribir sin sobresaltar el  nombre de su gran  precursor el  progresista comerciante  y hacendado Don Gregorio Riva, que con su extraordinario aporte contribuyó a la realización de la construcción  de la vía férrea. Con este  visionario proyecto conllevaría al desarrollo de la República Dominicana, en especial los municipios de Sánchez y La Vega,  como también la región del Cibao.
Riva, descendiente de suizos, nació en Moca y radicado en La Vega, donde se dedico  su empresa de  producto agrícolas para la  exportación , el cual  fomento la  siembre del cacao en toda esta región, canalizando los Ríos Yuna y Camú, a fin de hacerlo navegable,  como forma de  facilitar los transporte de pasajeros y productos agropecuarios del Cibao Central. Hombre de mente ágil de  de estupendas ideas para hacer negocios
Gregorio Riva, llevo a Sánchez, maestro que se dedicaran a la enseñanza del  español,  porque en esa época pocos habitantes dominaban  el  idioma, por la  enorme influencia de; ingleses, franceses,  y holandeses que se habían ubicado en la Península de Samaná. Era poseedor de grande extensiones de terrenos, en el área de Santa  Capuza, siendo él   de quien emana la idea de construir un ferrocarril,  algo inexistente y irreal en  esa época en el país
Para su construcción, don Gregorio Riva,  llevó a cabo una serie de actividades, la cual dieron  en el futuro el  ansiado proyecto. Una de las primeras medida fue la instalación de un  magnifico hotel, ubicado en sus predios de Santa Capuza,  donde  recibía a distinguidas  personalidades extranjeras, procedentes de Glasgow, Escocia, Islas Británicas, quienes finalmente financiaron la  obra. Fue en 1875, cuando  obtuvo del gobierno  dominicano, una autorización  para canalizar el Río Yuna, por espacio de 50 años y es por lo que edifica un almacén de depósito en San  Antonio de Yuna, el  antiguo San Rafael de Angelina o Río Abajo, después bautizado como Villa Riva en su homenaje.
En 1879, el norteamericano Allen H. Crosby, logra  una concesión  del gobierno dominicano, para  construir un ferrocarril de Samaná  a Santiago. Al saber la buena nueva, Riva se  sintió muy entusiasmado, no obstante, éste proyecto perjudicaría su empresa de la canalización  del Río Yuna, y es a él  a quien se le encomienda materializar la referida obra. Se  vio precisado entonces a hacer un viaje a Glasgow, Escocia, lugar en el que gracias a sus  hábiles Ideas, pudo atraer el capital de una compañía escocesa, la cual adquirió los derechos que en el ferrocarril  poseía el señor Allen H. Crosby, , convirtiéndose en propietario el empresario escocés Alexander Baird.
En  el 1886, en el cual se iban a ultimar los trabajos de construcción  del ferrocarril, Don Gregorio Riva solicitó  al gobierno dominicano, la reparación  de los perjuicios experimentados por la pérdida de sus derechos en la canalización del río Yuna, y el gobierno de buen grado, le pagó una cuantiosa suma de dinero.
Inicio de la obra  del ferrocarril: A partir  del 1880, con  el capital de la  obra  ya aprobado para la construcción , el cual  tratando de unir  las ciudades de Samaná y Santiago,  sólo llegó a  cubrir la línea Sánchez – La Vega, construcción  ejecutada por el  señor Alexander Baird. Y como maestro director al ingeniero escocés, nacido en La India Charles McGregor, quien se  radicó en este país, lo cual fue tronco de la familia Imbert McGregor.
El lugar en que se  iniciaron las  construcciones  de la Vía férrea estaba localizado en Santa Capuza, una  hacienda perteneciente a Don Gregorio Riva. Oficinas, Fábricas, Muelles, Alcantarillas, Extensión de Rieles, Movimiento de maquinas propulsoras, se llevaban avanzadas en la construcción, cuando llegó al país  el propietario de la empresa. Es  en ese momento, que ocurre el traslado de la construcción del ferrocarril de Santa Capuza a Las Cañitas.
En torno a las razones de este cambio existen dos versiones: < 1ra. Es la que  dice  el destacado educador borinqueño Eugenio María de Hostos, en una de  las cartas que escribiera  en su viaje  por Sánchez en el año de 1887,  desde  Almacén del  Yuna ( hoy Villa Riva) y reproducida  en el  libro Hostos en Santo Domingo, Volumen I, del afamado escritor sanchero Don Emilio Rodríguez Demorizi;  “ según parece, el  ingeniero a quien, junto con la administración local de la empresa, había transpuesto las instrucciones recibidas, y el director sintió y manifestó tan viva  y ardiente indignación , que resolvió destruir y perder los trabajos hechos y gastos ocasionados,  trasladando a Las Cañita, el material, oficinas, la población”>
Según la 2da.  < El traslado se hizo en razón  de  que, Joaquín Hernández (papá Joaquín), el propietario de la mayor cantidad de terrenos de Las Cañitas, concertó un acuerdo con el inversionista de la empresa ferrocarrilera, Alexander Baird, ofreciéndole regalar una porción  de sus terrenos ubicados en Las Cañitas, para la construcción  de dicha obra, a cambio de que se le exonerase del pago de boletas de transporte a la familia Hernández, hasta la quinta  generación, a partir de él.>
En consecuencia el traslado  de la construcción del ferrocarril a Las Cañitas, en 1885, esta comenzó  a experimental un desarrollo en constante crecimiento, por lo que el Congreso Nacional, mediante Resolución No. 2325 del 8 de mayo de 1885 declaró a Las Cañitas, “Puerto habilitado para ser abierto al comercios marítimo exterior, tan pronto estuvieren listos los muelles, depósitos e instalaciones correspondientes. Que el propietario  del ferrocarril Samaná-Santiago estaba obligado a construir; la causa fundamental  de la apertura del puerto de Las Cañitas,  era  por el  esplendor y progreso que éste lugar poseía, por ser estación primera del ferrocarril, la  que enlazaba a Sánchez con la ciudad de La Vega.
Su inauguración.  Con el  traslado de la construcción  del ferrocarril Samaná-Santiago, que se había iniciado en el paraje Santa Capuza y ubicado nuevamente en el paraje Las Cañitas, los trabajos para la terminación de esta magna obra se estaban  realizándose  a ritmo acelerado empleándose un mayor número de trabajadores  que  estaban  bajo las órdenes del Ing. Charles McGregor.  El 13 de mayo de 1884, estando  en  su etapa final de construcción, partió de la estación de Las Cañitas en recorrido de prueba, una locomotora llevando consigo diez  y nueve  (19) vagones, concomitantemente, a la instalación de los elementos necesarios para el funcionamiento, como oficinas, almacenes de depósitos, vía férreas, muelle, se construían en áreas cercanas, bonitas residencias edificadas   de acuerdo al estilo victoriano. Estas grandes viviendas eran parte de las facilidades que disfrutaba el personal administrativo o de posiciones  jerárquicas en la compañía
El 16 de agosto de 1887, fue inaugurado el ferrocarril de Samana-Santiago (que en línea era de Las Cañitas (hoy Sánchez)-La Vega). Y luego se construiría  el segundo tramo con fondo del gobierno dominicano, que abarcaría  desde Jina a San Francisco de Macorís, inaugurado esta 2do. Etapa  el  16 de agosto de 1895. El 3er tramo que cubrió  la ruta Las Cabuyas – La Jagua San Rafael (hoy Villa Tapia)-Salcedo y Moca, inaugurado el 28 de septiembre de 1908.
Ruta  del ferrocarril Sánchez-La Vega. Estación Sánchez, Km. 0; Rincón de Molinillo, Km. 19; Ciénaga Vieja, Km. 24; Arenoso, Km.27; Villa Riva, Km.32; Bomba de Yaiba, Km. 42; Ceiba de Hostos, Km. 45; Sabana Grande, Km. 50; Pimentel, Km.55; Las Guáranas,  Km. 64; La Jina, Km. 72; San Francisco de Macorís, Km. 80; Cenovi, Km. 84; Las Cabuyas Km.87; La Vega, Km. 100; La Jagua San Rafael (hoy Villa Tapia), Km.93: Salcedo, Km. 99; Moca, km. 111.
Los días de salida de la estación de Sánchez, eran lunes, miércoles  y viernes y de la estación de La Vega, Martes, Jueves y Sábados, los  horarios para ambas estaciones eran las seis (6.00) de la mañana, los precios del transporte por personas en primera clase RD$3.50   y en segunda clase, RD$2.50.
La principal finalidad del ferrocarril era de transportar los productos agropecuarios que se producían en  la región del Cibao Central y Oriental, tales como Café, Tabaco, Guineos, Cera, Madera,  Pieles de Animales, Cacao, siendo este el de mayor importancia para la exportación ya que su siembra  había sido incrementada por Don Gregorio Riva, desde años anteriores
Las locomotoras  estaban numeradas del 1 al 14, habiendo dos tipos: 1ra. Las que viajaban al interior y la 2da. Denominadas Maquinas  del  Patio, la cuales tenían los números; 4m, 5, 7, 11,12 y 14,  utilizadas para transportar las mercancías llegadas al puerto de Sánchez, hasta las oficinas de aduanas. Las mismas utilizaban  como combustible carbón mineral, traído desde Londres-Inglaterra,  en el taller de mecánica  del ferrocarril, laboraban  una gran cantidad de obreros provenientes de; Las Islas Vírgenes (Saint Thomas, Saint Croix, San Marteen, Tortola,  y otras, que eran contratados  por la administración  en sus islas de origen
NOTA; es  una compilación de lo escrito en la obra arriba expresada como fuente,  por su  valor  en relación  con  el ferrocarril Sánchez-La Vega,  de gran significación para el pueblo vegano,  con la finalidad de  que sirva para el conocimiento de este extraordinario proyecto, una idea de una de las personas más visionaria  para el desarrollo de la región de Cibao, Don Gregorio Riva. Es  únicamente  nuestro interés para los conocimientos de esta generación que aún ignoran estos acontecimientos de nuestro pasado de gloria y esplendor. (U. Solís.)




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