RENACER CULTIRAL

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Solo la cultura salva los pueblos.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Gente de la Zona”, acuarelas de Iris de Mondesert

http://acento.com.do/2016/cultura/8405093-gente-la-zona-acuarelas-iris-mondesert/

“Gente de la Zona”, acuarelas de Iris de Mondesert

La exposición “Gente de la Zona”, toma como eje temático visual a la emblemática Zona Colonial de Santo Domingo, con sus callejuelas, plazas, monumentos arquitectónicos y población que se mueve en sus áreas.
Carlos Sangiovanni - 28 de noviembre de 2016 - 6:00 am -  0
Foto: Gente de la zona, acuarela de Iris de Mondesert
Dentro de las actividades realizadas por el Programa APEC Cultural, en la Sala de Exposiciones Temporales del Grupo Acción Pro Educación y Cultura –APEC–, ubicada en la otrora casa materna del dictador Trujillo;  se encuentra abierta al público, la excelente exposición de acuarelas “Gente de la Zona”,  de la arquitecta y artista Iris de Mondesert .
Cuesta de la calle Hostos, esquina Mercedes. Acuarela de Iris de Mondesert
Cuesta de la calle Hostos, esquina Mercedes. Acuarela de Iris de Mondesert
La acuarela, como técnica pictórica,  tiene la facultad de magnetizar por el grado de belleza que crea la fluidez y transparencias logradas con los pigmentos, bajo la mano diestra y conocedora del artista.  Técnica que por lo general se realiza sobre  papel como soporte, tiene en el medio acuoso el canal de transmisión para el logro y concretización de la imagen, obtenidas por las superposiciones de capas que dan la profundidad inherentes a una buena acuarela.
Los arquitectos como parte de su formación profesional, han experimentado el recurso dentro de las técnicas de presentación,  que generalmente se emplean para las demostraciones de sus proyectos arquitectónicos; estableciendo en algunos casos, como nos revelan las acuarelas de Iris de Mondesert, una dimensión visual  que trasciende el plano de lo meramente narrativo profesional.
Utilizada en muchas ocasiones por algunos artistas,  para realizar los bocetos previos de sus pinturas, la acuarela es una técnica antiquísima cuyo origen se sitúa en China un siglo a. C. , país en la que se utilizaron pigmentos obtenidos de sustancias naturales que se aplicaban sobre papeles realizados a partir de las fibras vegetales de la Morera.
Durante el Renacimiento su uso estuvo limitado a la preparación de bocetos acuosos monocromáticos, empleándose pigmentos a base de hollín, que daban una coloración “bistre” (nombre de un colorante pardo ocráceoy tinta de calamar para el logro del tono sepia. El importantísimo artista alemán Alberto Durero, utilizó la acuarela con mucha prodigalidad para realizar sus imágenes de fauna y flora, así como también los  pintores Van Dyck y  Rembrand, quienes  la trabajaron como complemento de sus obras al óleo para incorporales determinadas veladuras.
Calle Hostos
Calle Hostos
En República Dominicana,  la acuarela ha tenido pocos artistas visuales que hayan descollado en el uso de esta técnica expresiva, sobresaliendo de manera significativa los trabajos de Rafi Vázquez , Cuquito Peña y Glauco Castellanos.
En nuestro país y a diferencia de otras naciones, lamentablemente las obras sobre papel, como las acuarelas,  no se estiman o dimensionan con el mismo valor con que se justiprecian las obras pictóricas sobre lienzo; fruto del desconocimiento, el temor al deterioro del papel (por las características climáticas de nuestro país), el pobre conocimiento por parte de coleccionistas y marchand’art, de aspectos esenciales para la conservación de obras de arte sobre este tipo de soporte, así como una educación que ha privilegiado desde los espacios de enseñanza de las artes visuales en nuestra nación,  la obra plástica tradicional sobre otros medios expresivos. 
Iris de Mondesert una artista creativamente polifacética en varias disciplinas, que como bien afirma el Arquitecto César Iván Feris, en su presentación del catálogo de la muestra : “ … en donde se destacaban claramente aquellas dedicadas a la creatividad en las artes visuales, desde la arquitectura, diseño de interiores y selección de materiales naturales, hasta el dibujo, pintura, modelado y fotografía, destacándose en la acuarela y el guache e intentando crear prototipos para las artesanías y joyerías ya que posee manos talentosas para lograr que su creación plana sobre el papel, alcance la tercera dimensión, modelando los mas diversos materiales naturales o industriales, obteniendo obras que conmueven al observador”.
La exposición “Gente de la Zona”,  toma como eje temático visual a la emblemática Zona Colonial de Santo Domingo, con sus callejuelas, plazas, monumentos arquitectónicos y población que se mueve en sus áreas. El manejo pragmático de la perspectiva en el dibujo de sus acuarelas, da la profundidad espacial necesaria para el logro de la ambientación tridimensional requeridas por muchas de las obras expuestas. 
La Zona, denominación que se ha arraigado en la comunicación popular para designar ese breve espacio citadino, en la que se conjugan turismo, espacios comerciales y culturales, así como el elemento fundamental que dinamiza y da razón al espacio urbano social: su gente.  Mondesert en sus acuarelas, logradas con exquisita soltura y oficio, articula un discurso visual en donde se conjugan personajes de a pie que deambulan por el casco colonial en su diaria lucha por la supervivencia, con identificables espacios y edificios arquitectónicos, que impregnan a cada una de ellas un atrayente y mágico realismo vivencial, dignos de ser disfrutado por los amantes del buen arte. 

Crónicas de los Doce Años: El afán de la familia Trujillo por retornar al poder

Crónicas de los Doce Años: El afán de la familia Trujillo por retornar al poder

El “trujillismo sin Trujillo”, que juraba imponer el doctor Balaguer, era una posibilidad acariciada por sus más leales servidores en el Estado y el Partido Dominicano.
Alejandro Paulino Ramos - 25 de noviembre de 2016 - 6:00 am -  5
La República Dominicana volvió a la vida democrática después de treinta años de dictadura, encabezada por Rafael L. Trujillo Molina. Su muerte puso fin al largo periodo, dejando a sus familiares y seguidores desprovistos de los mecanismos políticos y legales para permanecer en el poder, mientras las fuerzas que les fueron afines se reorientaban hacia nuevos liderazgos, que si bien actuaron mancomunados con ellos, resistieron por intereses propios, ser partes determinantes de los planes añorados por los parientes cercanos del dictador, para volver a gobernar el país. Los Trujillo tuvieron un espacio en la política dominicana durante el período de los “doce años”, pero hasta 1978 el doctor Balaguer fue el beneficiario y el responsable de imponer el “trujillismo sin Trujillo”, bajo su absoluto liderazgo.
Rafael L. Trujillo hijo, tambien conocido como Ramfis Trujillo
Rafael L. Trujillo hijo, tambien conocido como Ramfis Trujillo
Rafael L. Trujillo gobernó la República Dominicana hasta el día su muerte, acaecida el 30 de mayo de 1961. Su deceso abrió las puertas a un intenso proceso de democratización, que en principios estuvo controlado por los remanentes de la dictadura, bajo liderazgo de quien había sido presidente títere, el doctor Joaquín Balaguer y del general Rafael L. Trujillo hijo (Ramfis), quien tenía el control militar del país. En sus manos estuvo la responsabilidad de proyectar la dictadura y el legado político de Trujillo más allá del 30 de mayo.
Los ideólogos de la dictadura, que incluía a los más importantes intelectuales de la República, entre ellos Manuel Arturo Peña Batlle y Joaquín Balaguer, habían logrado asentar en la mentalidad de los dominicanos la “ideología trujillista”; pero al desaparecer el tirano, se creyó que con el “prestigio” y poder de sus familiares, el Partido Dominicano y las Fuerzas Armadas, era posible el mantenimiento del régimen permitiendo niveles de aperturas que llevaran al “neotrujillismo”, con Joaquín Balaguer y Ramfis como sus principales líderes.
Tal vez por esa perspectiva anidada en los remantes de la dictadura, las palabras de Joaquín Balaguer pronunciadas como panegírico ante el féretro de Trujillo, al momento de ser depositado en su brevísima tumba de la iglesia de San Cristóbal, el 2 de junio de 1961,  apuntaban al interés de la prolongación del nefasto gobierno:
“He aquí, señores, troncados por el soplo de una ráfaga aleve, el roble poderoso que durante más de treinta años desafió todos rayos y salió vencedor de todas las tempestades. (…). El legado que nos dejas es enorme e imperecedero. Sus obras permanecerán mientras permanezca la Republica y exista en ella un solo dominicano consciente de lo que significa el tratado fronterizo, la redención de la deuda pública. (….). Querido jefe: hasta luego. Tus hijos espirituales, veteranos de las campañas que libraste más de treinta años para engrandecer la República y estabilizar el Estado, miraremos hacia tu sepulcro como hacia un símbolo enhiesto y no omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tú encendiste en los altares de la República y en el alma de todos los dominicanos. Has llegado hasta aquí, traído en hombros de esta multitud sollozante, para reintegrarte a la tierra que te vio nacer y donde podrás dormir en el mismo regazo en que descansan tus antepasados. La tierra de San Cristóbal, la misma en que bebiste por primera vez el agua de tus ríos natales, te será siempre propicia y en ella hallarás al fin el descanso que te negó la vida, a ti, batallador incansable que mataste el sueño y que no conociste la fatiga. No eres ya el adalid beligerante que fuiste hasta ayer. Ahora, transformado por los atributos que confiere el misterio a los elegidos por el sueño de que no se despierta, eres un ejemplo, un penacho, un índice que nos señala el rumor a seguir desde la infinita lejanía de lo desconocido. Que Dios te reciba en su seno y que tus restos perecederos, al transmutase más allá de la tumba en vigor espiritual y en materia impalpable, contribuyan a vivificar la tierra que tanto amaste para que la conciencia de la patria se siga nutriendo con la cal y con la energía de tus huesos en la infinitud de los tiempos”.
El “trujillismo sin Trujillo”, que juraba imponer el doctor Balaguer, era una posibilidad acariciada por sus más leales servidores en el Estado y el Partido Dominicano. Sin embargo, la presión ejercida por las protestas populares, la intervención de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), en el marco de la profunda crisis económica y diplomática que se vivía, evitaron que los planes fueran ejecutados de la manera deseada, lo que obligó a la salida de los Trujillo el 18 de noviembre de 1961, dando paso a un gobierno, encabezado por Joaquín Balaguer, que no pudo detener las exigencias del pueblo para que se pusiera fin de manera definitiva, a la dictadura. Este gobierno tomó medidas para tranquilizar la población, como fueron las de restituir el nombre de Santo Domingo a la que por veinte y cinco años se había llamado Ciudad Trujillo, disolvió el Partido Dominicano, el 28 de diciembre, y promulgó la ley de autonomía universitaria, el 31 de diciembre del mismo año.
Con los más importantes miembros de la familia Trujillo fuera del país, se procedió, con el beneplácito de la embajada americana, a la creación de un Consejo de Estado, el 31 de diciembre, y en el que estuvieron representadas las fuerzas trujillistas y miembros de la oposición vinculados al partido Unión Cívica Nacional (UCN), que perduró hasta el 16 de enero de 1962. En esa fecha, un golpe de Estado militar encabezado por el coronel Pedro Rafael Rodríguez Echavarría, puso fin a ese gobierno y dos días después, el 18 de enero de 1962, luego de un contragolpe, fue juramentado el nuevo Consejo de Estado bajo control absoluto de la Unión Cívica Nacional. Balaguer, que se había refugiado en la Nunciatura Apostólica el 20 de enero, salió del país el 7 de marzo y se mantuvo en el exilio hasta junio de 1965, impedido de regresar debido a la ley que prohibía las actividades trujillistas.
El nuevo Consejo de Estado, encabezado por Rafael F. Bonnelly, dispuso mediante ley la confiscación de los bienes de los Trujillo, y promulgó, el 3 de mayo de 1962, la número 5880,  que prohibía las actividades trujillistas. La legislación establecía en su considerando “que cualquier acto o manifestación tendiente a evocar, exaltando, en la forma que fuere, el pasado vergonzoso e incalificable de esa tiranía, puede y debe considerarse como una contribución o participación a estimular a los personeros de dicha tiranía a promover por medios subversivos el retorno de aquel régimen tiránico y despótico en pugna con el sistema democrático que vive ahora el pueblo dominicano”.  Esta disposición se convirtió, a través de los años, en un obstáculo para los planes de los Trujillo y sus allegados, de retomar el poder, conformándose a regañadientes a ser representados por el doctor Balaguer, quien estaba más interesado en crear su propio proyecto.
La situación de debilidad en que fue quedando el sector trujillista, que devino en balaguerista, no fue obstáculo para estos se reagruparan en torno al Partido Revolucionario Dominicano Autentico, de Nicolás Silfa y del Partido Acción Social, para intentar presentar a Joaquín Balaguer como candidato a las elecciones de diciembre de 1962, pero la Junta Central Electoral rechazó la candidatura. En esa ocasión, Silfa fue detenido y acusado de violar la ley que sancionaba las actividades trujillistas. Más tarde, el 20 de abril de 1964, el sector que seguía a Balaguer dejó constituido el Partido Reformista, con miras a las elecciones que el gobierno del “triunvirato” pensaba convocar para 1966.
caricatura en Ultima Hora conmemorando muerte de trujillo en 1974
caricatura en Ultima Hora conmemorando muerte de trujillo en 1974
Joaquín Balaguer regresó a la República Dominicana el 28 de junio de 1965, en los días de la Revolución de Abril, con el apoyo de la embajada americana y de la Fuerza Interamericana de Paz, bajo la excusa de que ingresaba al país con un permiso especial para  ver a su madre Carmen Celia Ricardo Heureaux, que se encontraba muy enferma; pero que en realidad era una treta para quedarse en el país y participar en las elecciones que luego fueron anunciadas para celebrarse en junio de 1966, como candidato del Partido Reformista. Con su triunfo, renació en los remantes de la dictadura de Trujillo la esperanza de volver al poder a través de quien había sido uno de los funcionarios claves de la dictadura.
Su triunfo electoral, en el que de manera fraudulenta derrotó al profesor Juan Bosch y su Partido Revolucionario Dominicano, facilitó la permanencia y el retorno de personeros de la dictadura y la libertad de tránsito de los principales asesinos y miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que estaban condenados a 20 y 30 años. Algunos de ellos fueron liberados durante la Revolución de Abril y otros durante el gobierno provisional de Héctor García Godoy, los que se integraron de inmediato a las labores del gobierno reformista. Quiérase o no, el “neotrujillismo” se vitalizó, no sin contradicciones, durante los doce años de Balaguer.
En el gobierno del doctor Joaquín Balaguer, que se prolongó por doce años, las actividades trujillistas siguieron formalmente prohibidas, mientras que los familiares del tirano y muchos de sus principales colaboradores comenzaron a dar señales de que podían actuar de manera pública, sin que las autoridades intentaran ponerle fin a sus acciones políticas. Se dio el hecho repetido, de que la prensa filtrara la presencia en el país de algunos de los familiares de Trujillo, los que eran recibidos en el Palacio Nacional y de manera discreta en la residencia del mandatario. Otros, como Alicinio Peña Rivera, oficial del SIM condenado por la muerte de las hermanas Mirabal y que había escapado de la Fortaleza Ozama durante la guerra de 1965, se daba el lujo de visitar el país desde Puerto Rico, para poner en circulación algunos de sus libros. Esos eventos eran celebrados en la Biblioteca Nacional, contando con el permiso de las autoridades, lo que muestra lo exageradamente complaciente que era el presidente Balaguer, con “los hombres del trujillismo”.
En ese sentido, el periódico Última Hora, del 27 de diciembre de 1970,  informó que Rafael L. Trujillo hijo (conocido como Ramfis), le dijo a uno de sus amigos, en una carta fechada 20 de febrero de 1967, lo siguiente:  “Creo que si te nombran embajador en México será un cargo mucho más adecuado para ti y un lugar más apacible. Le estoy enviando un recado al doctor Balaguer a ver si de forma confidencial, te autoriza a que me extiendas un pasaporte diplomático a mi favor, el cual será utilizado con toda discreción, y yo lo mandaría a buscar a  tu Embajada. Dese luego, que no deseo que hagas nada sin tener el visto bueno del doctor Balaguer”.
 angelita trujillo vino a domincana 1975
Angelita Trujillo vino a Domincana 1975
Posteriormente, el 1 de agosto de 1975, ese periódico trajo la noticia de la llegada al país de  Angelita Trujillo, su esposo y sus hijos, autorizados por Balaguer para que pudieran bautizar “una niña de meses, hija de la pareja”. Angelita, en sus declaraciones a la prensa expresó la posibilidad de regresar, de manera definitiva  a la República Dominicana. La pareja “fue recibida aquí con ostensibles muestras de cariño de parte del Gobierno” siendo la hija del tirano acogida en Palacio por el mandatario. Antes, estuvo en el país una hija de Ramfis, la que también fue llevada al palacio presidencial y se le trasladó en helicóptero oficial, a los lugares que eran de su interés.
En cuanto a las actividades de Ramfis Trujillo en Santo Domingo, este no pudo regresar y no dio muestras de querer tomar parte activa en la política dominicana, aunque se rumoraba que mantenía importantes contactos en el país, con miras a las elecciones generales de 1970. Ramfis murió en España, el 27 de diciembre de 1969, en un aparatoso accidente automovilístico.
Los amigos y seguidores de Ramfis celebraron misas por su muerte
Los amigos y seguidores de Ramfis celebraron misas por su muerte
Al cumplirse el primer aniversario de su muerte (véase periódico Última Hora, 27 diciembre 1970), sus amigos más cercanos pusieron a circular una invitación para la celebración de una misa en la iglesia San Rafael, en el Centro de los Héroes, en la que se leía: “Ser amigo significa no olvidar”. Entre los organizadores del acto religioso se encontraban oficiales activos y en retiros de la Fuerza Aérea, y de las Fuerzas Armadas, además de algunos civiles, entre ellos Aliro Paulino, que en ese momento era Ayudante del Presidente Joaquín Balaguer. Esos sectores—dice el citado periódico—dan por seguro que había personajes del actual gobierno que estaban directamente vinculados a un plan, que murió con la muerte de Ramfis, de revalorizar a este como figura pública dominicana”.
Leonidas Radhames Trujillo Martinez
Leonidas Radhames Trujillo Martinez
A la muerte del mayor de los hijos de Trujillo, el interés en participar en la política dominicana y retornar al poder, fue retomado por Leonidas Radhamés Trujillo Martínez, quien residía en España, pero que además tenía residencia en Miami, Estados Unidos, de donde manejaba los contactos con su proyecto político. También dio muestra de participar en política Héctor Bienvenido Trujillo Molina, conocido como Negro Trujillo y de quien se dijo estuvo tentado a reactivar el Partido Dominicano y participar en las elecciones de mayo de 1974, como su candidato a la presidencia, con el fin de “implantar un régimen de orden y de libertad capaz de promover un fuerte cambio social”, como aparece planteado en un documento impreso y puesto a circular, firmado por un tal Andújar.
En 1973, en una extensa entrevista concedida al periodista Ramón A. Reyes, del periódico El Nacional del 26 de octubre, Radhamés Trujillo dejó entrever que se estaba alejando del presidente Balaguer, haciendo pública su intención de reorganizar el trujillismo, aunque tratando de matizar su accionar en una línea política de apariencia “progresista” que lo hacía ver como partidario de la política de Domingo Perón en Argentina, y de la Junta Revolucionaria de Velasco Alvarado en el Perú y llegó a decir que era seguidor del “justicialismo” y que aun estando en el interés de conocer el proceso dominicano, todavía no estaba totalmente seguro de participar en este: “No le digo ni que si ni que no”, le dijo al entrevistador.
El hijo menor del dictador insinuó en la entrevista, que estaba siendo apoyado por importantes sectores y personas de la época de Trujillo y que la “cofradía”, que agrupaba a sus más cercanos amigos y colaboradores, estaba dando los pasos para presentarlo como candidato a la senaduría por la provincia de San Cristóbal, aunque dio a entender que eso era mentira,  expresando que la “Cofradía” ya no existía: “Son solo recuerdos, tiempos pasados que no volverán”; pero no descartó que su candidatura fuera presentada, ya  que contaba para sus planes políticos con suficiente apoyo de empresarios, militares y políticos, debido a que se sentía “muy unido por lazos muy profundos” con las Fuerzas Armadas. Inclusive, llegó a plantear, entre sus contactos también había partidos de izquierda. Su anhelada participación en las elecciones de 1974 fue imposible, pues el gobierno todavía no se atrevía a derogar la ley que prohibía las actividades trujillistas, lo que—decía Radhamés—dependía del presidente Balaguer.
De todos modos, las actividades trujillista  comenzaron a hacerse públicas a partir de octubre de 1974, cuando se anunció la escogencia de la directiva del Movimiento Nacional Progresistas (MNP), en un acto celebrado en el restaurante Fortuna, en la ciudad de San Cristóbal. En la directiva se encontraban A. Espinal, Manuel Pérez, M. Saladín, N. Uribe y otras personas consideradas cercanas a los Trujillo, entre ellas el licenciado Domingo Mercedes. La organización propugnaba por el retorno de Radhamés  Trujillo a la República Dominicana. (Véase El Nacional, 26 de octubre 1974).
En ese afán electorero, y a la espera de la derogación de la legislación antitrujillista, al parecer prometida por el mandatario, Radhamés  asumió la dirección del Movimiento Nacional Progresista, en 1975. Esta agrupación estaba dirigida por el licenciado Domingo Mercedes. Este partido  informó, el 15 de septiembre, que el hijo de Trujillo permanecía en Miami elaborando la plataforma política e ideológica de su movimiento, que ya tenía representación en República Dominicana, Miami y Nueva York, con el propósito de presentarse como candidato en las elecciones de mayo de 1978.
Documento del MNP publicado en 1975
Documento del MNP publicado en 1975
La nueva agrupación dio muestra de estar pasando por una crisis en la que pareció se enfrentaban sectores que rechazaban el control de Radhamés. Esta se manifestó al momento de la “Juventud Progresista” del MONAPO hacer pública una carta, que apareció en El Nacional del 27 de junio de 1975, dirigida a Domingo Mercedes. En ella se observaba que el  partido estaba “llamado a servir a los intereses del pueblo en base a una sociedad democrática” y no como “un instrumento llamado a servir exclusivamente los intereses personales de Radhamés Trujillo”.  En el documento se rechazaba la posibilidad de que miembros de la “cofradía” ingresaran al partido, ya que este debía mantener una mística “social demócrata”. La carta aparece firmada por Francisco A. Peña y Luis H.  Silié.
La crisis, que implicaba asuntos financieros y organizativos del MNP,  finalizó cuando esa agrupación trujillista suspendió al licenciado Mercedes, como secretario general, acusándolo de haber violado el “acuerdo de Miami”, que daba todo el control del partido al hijo de Trujillo. En agosto de 1976, la organización depositó en la Junta Central Electoral la documentación con la que solicitó su legalización, aduciendo que ya tenía más de 90 mil miembros inscritos.
La Iglesia Metodista nego su colaboracion con el trujillismo
La Iglesia Metodista nego su colaboracion con el trujillismo
Cuando Leonidas Radhamés se sintió con fuerza suficiente para iniciar la propaganda que lo proyectara como candidato para las elecciones de 1978, puso a circular en la ciudad de Nueva York, en septiembre de 1976, un documento en que decía contar con el apoyo de varios obispos de la iglesia católica, entre ellos Hugo Eduardo Polanco Brito y Monseñor Eliseo A. Pérez Sánchez, y de la Iglesia Metodista Libre de la República Dominicana, quienes desmintieron al partido trujillista, y declararon no conocer al líder de esa organización. Los metodistas dijeron que la utilización de su nombre era parte de un show para llamar la atención utilizando su iglesia.
Por otro lado, en noviembre de 1976, el gobierno de Balaguer llevó a la justicia al señor Díaz Andújar, acusado de incitar a la Fuerza Armada a derrocar a Balaguer, porque supuestamente este había puesto a circular un panfleto dentro de los  cuarteles militares y policiales, a nombre de una agrupación trujillista que se hacía llamar “Partido Democrático”, y en mayo de 1977 fue publicada en la prensa una carta en la que Domingo Mercedes se oponía a la decisión de la Junta Central Electoral de negar el reconocimiento al MNP.
El rechazo de la legalización del Movimiento Nacional Progresista fue también criticado por Radhamés en un comunicado puesto a circular el 29 de julio. En este, se criticaba a Balaguer, a quien el menor de los Trujillo decía haber prestado ayuda electoral en anteriores elecciones nacionales. Posterior a esto, el hijo de Trujillo firmó un acuerdo con una facción del Partido Acción Constitucional (PAC), liderada por Luis Arzeno Rodríguez, para encabezar las candidaturas de esa agrupación en las elecciones de mayo de 1978.  Pero esta candidatura también fue rechazada por la JCE, lo que llevó a que Trujillo Martínez llamara, el 13 de mayo de 1978, para que sus seguidores fraccionaran sus votos, por entender que Balaguer había llevado el país a una crisis.
Asumiendo el liderazgo del PAC, Radhames Trujillo escribió en esa ocasión:  “No deja de ser para muchos motivo de curiosidad, el porque me he lanzado por el  accidentado terreno de la lucha política. Para quienes no han vivido el alejamiento imperativo del suelo natal, es imposible comprender las motivaciones que van tomando forma a través del tiempo y la distancia sobre todo cuando se perciben conceptos de convivencia armónica y pacífica dentro de la pluralidad y sin arbitrariedades que el quehacer cotidiano propio de países altamente civilizados y dentro de regímenes sólidamente democráticos”. Posterior a esto, en julio del mismo año, hizo pública una carta dirigida a la Fundación de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, reclamándole poner fin a las  denuncias de las atrocidades cometidas por su padre durante la dictadura y reclamando que dejaran de promover que se coartaran los derechos humanos, en contra de él y de sus familiares; derechos que decía, les correspondían en su condición de dominicano.  Con este reclamo parecieron terminar los sueños de la familia Trujillo en retomar el poder, aunque cada cierto tiempo retoñan esas absurdas aspiraciones.
Leonidas Radhamés Trujillo Martínez desapareció misteriosamente en agosto de 1994, cuando se encontraba en Colombia. En esa ocasión se dijo que estaba implicado en operaciones de narcotráfico, y que había muerto en una “finca de un Buitrago”, formando parte del Cartel de Cali. Con su muerte terminó el afán y quedó cerrado el largo ciclo en que la familia del dictador trató de apropiarse del Estado, para beneficiarse de él y para imponer a la sociedad dominicana una nueva modalidad de gobernar: el “trujillismo sin Trujillo”.
(Entre las fuentes usadas en este artículo se encuentran: “Misas Ramfis: ven pretexto en funerales para vigorizar trujillismo”, Última Hora, 28 de diciembre 1970; “Eligen directiva movimiento liderea Radhamés Trujillo”, El Nacional 24 de octubre 1974; “Visita de Angelita fue en julio hecho político de más importancia”, Última Hora, 1 de agosto 1975; “Radhamés asume control de partido político”, El Nacional, 14 de septiembre 1975; “Iglesia metodista niega apoye grupo trujillista”, El Nacional, 6 de septiembre 1976; Leonidas Radhamés Trujillo, “Carta pública a la Fundación de Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo”, El Nacional, 2 de agosto 1978; Rafael Santana, “A Radhamés Trujillo lo asesinaron en finca de un Buitrago”, Hoy digital, 16 de noviembre del 2014).
http://acento.com.do/2016/cultura/8404326-cronicas-los-doce-anos-afan-la-familia-trujillo-retornar-al-poder/

SERIE ESPECIAL (3) | EN LA PIEL DE LA LOCURA

Planean recoger a los enajenados que andan en las calles

SALUD PÚBLICA Y EL DESPACHO DE LA PRIMERA DAMA AFINAN PLANES

Juan Salazar
juan.salazar@hotmail.com
Santo Domingo
Se les puede ver harapientos, malolientes y sucios en cualquier barrio y urbanización. Suelen subsistir de lo que encuentran en zafacones y de la caridad de las personas que se conduelen de su condición. Los enfermos mentales deambulantes constituyen la cara fea de la sociedad, generan miedo y a la vista resultan para la gran mayoría desagradables. En los últimos años es posible observar hasta tres y cuatro en un mismo sector, donde en muchos casos son objeto de burlas y hasta de agresiones por ciudadanos insensibles ante una realidad que pudo ser prevenible con una oportuna intervención.
El psquiatra y actual director del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), César Mella, considera que los enfermos mentales deambulantes han sido históricamente tratados como el desecho final de una sociedad que los excluye. “Son el desecho de la desigualdad. La sociedad va creando un sedimento, un vómito final de injusticia, y ahí están ellos, que son más pacíficos que el resto de la sociedad, porque el paciente mental crónico ataca para defenderse de las burlas y de las agresiones”, indicó.
No es casual que en la Ciudad Colonial existan más enfermos mentales en las calles que en las demás zonas del país, porque allí hay más restaurantes donde encontrar restos de comida, iglesias donde guarecerse y un público diferente que no los agrede como en los barrios.

Intervención clínica
El Ministerio de Salud Pública, consciente de que esos enfermos constituyen un gran reto para la atención en salud mental, ha diseñado un plan que permitirá determinar la cantidad de personas con esta condición para recogerlos con el propósito de intervenirlos clínicamente y rehabilitarlos.
“No tenemos capacidad para acoger a todos los enfermos mentales deambulantes, pero haremos todo el esfuerzo humanamente posible para intervenir a esa población”, precisó el director general de Salud Mental de Salud Pública, Ángel Almánzar. El objetivo primordial es que la asistencia a estos enfermos mentales a largo plazo sea brindada en un contexto comunitario y con la participación activa de sus familiares.
Explicó que el “mapeo” de los deambulantes permitirá determinar incluso si son realmente enfermos mentales o indigentes, ya que “no todo el que anda sucio y descuidado por las calles tiene una condición mental tratable”.  
El alcance final es recogerlos a todos, pero con el concurso de la sociedad, de las comunidades, de donde provienen, y de sus familiares para que sean aceptados luego de una intervención facultativa, farmacológica y de rehabilitación.
El director de Salud Mental dijo que ha sido la inoperancia e incapacidad del sistema, de los psiquiatras y psicólogos y de las familias en el manejo, lo que ha llevado a tener tantos enfermos crónicos en las calles.
“Esa cultura que hemos tenido de esconder al trastornado mental, de colocarlo en el cuarto más escondido y oscuro, o dejar que vaya a la calle, desentenderse de él y pensar que ya no existe, es un irrespeto a la dignidad humana”, añadió.
Casi siempre las familias terminan desentendiéndose de sus parientes con trastornos mentales porque la falta de una intervención oportuna convirtió al enfermo en crónico, pero también por la carga emocional que significa tenerlos en las casas y por el peso económico que diezma los ingresos en el hogar.
Otro proyecto
El Despacho de la Primera Dama, Cándida Montilla de Medina, también construye el Centro de Rehabilitación Psicosocial para el Desarrollo Humano (RESIDE), en La Nueva Barquita, a fin de asistir a los enfermos mentales que deambulan por las calles.
RESIDE, que se prevé comience a operar en marzo del próximo año, funcionará como un “hospital de día” donde serán asistidas las personas con problemas mentales, incluso con el apoyo del sistema de emergencias 9-1-1 para facilitar el traslado de pacientes y de las Unidades de Intervención en Crisis (UIC).
El psiquiatra José López Mena, quien dirigirá a RESIDE cuando entre en operación, reveló a LISTÍN DIARIO que el centro contará con viviendas tuteladas para los pacientes que no tengan familiares.
“RESIDE viene a ser la puerta de salida de todo este anclaje que se ha hecho con el tema de salud mental. Seremos un centro comunitario donde se darán los últimos toques a la rehabilitación que necesita el paciente, con la finalidad de reinsertarlo psicosocialmente en su medio”, agregó.
“Pretendemos romper con todo el estigma en el tema de salud mental, y eso es algo fundamental para evitar que aumente el número de enfermos mentales que terminan deambulando, una de las grandes preocupaciones en el tema de la salud mental”, indicó el psiquiatra.
López Mena dijo que por su condición de sicóloga, la primera dama Montilla de Medina está muy sensibilizada con el tema de la salud mental, pero también por su interés de asistir a poblaciones olvidadas.
El día a día de los deambulantes
Las historias de las personas con trastornos mentales que terminaron en las calles son tan variadas como sus padecimientos.
Una crisis mal tratada, la indiferencia familiar o el cansancio por la pesada carga económica de los tratamientos llevaron a cientos de personas que deambulan por las calles del país a vivir sin beneficiarse de las normas más elementales de derechos humanos.
En un recorrido por diversos barrios de la capital fue notorio como ha aumentado el número de deambulantes que aguanta agua, sol y sereno, pero también burlas y hasta agresiones.  
Las drogas la trastornaron
Claribel, a quien llaman Clari en el sector Villas Agrícolas de la zona Norte de la capital, era una morena alegre a quien las drogas terminaron convirtiendo en una enferma mental deambulante.
Luis Emilio Báez Cuevas, residente en el sector y quien la conoció cuando era normal, dijo que Clari adquirió su adicción a las drogas cuando comenzó a viajar a zonas turísticas de Higüey en busca de mejores oportunidades.
“Ella lucía bien”, dice sobre Clari, quien ahora recorre las calles del sector en condiciones deplorables. Ella no es siquiera la sombra de aquella chica alegre y coqueta, a la que le gustaba vestir casi siempre de blanco.
Clari suele pedir cinco y diez pesos para poder mantenerse en el vicio que la ha llevado a la locura. Báez Cuevas dice que tiene dos hijos, pero a sus familiares nadie los ha vuelto a ver por el sector.
El Gato
Se desplaza siempre con un bastón, una mochila, su gorra, collares y una botella con clerén. Antes lo conocían como “El pelú”, pero ahora le dicen “El gato” por el sonido gutural similar al de ese animal con el que suele intimidar a las personas, especialmente a los niños.
Llora cuando se le pregunta por su familia e incluso suele reaccionar con violencia.
Da los números de la Lotería y otros juegos de azar y regala cortauñas, lapiceros, una llave, una medallita de fantasía o cualquier otro objeto, pero luego termina pidiendo dinero a cambio.
En el barrio Villas Agrícolas los vecinos dicen que tenía una de las frituras más frecuentadas del sector, donde vendía todo tipo de carnes.  Solía andar con mucho dinero y bellas mujeres. José del Orbe, residente del sector, dice que luego de un accidente de tránsito que le afectó una pierna cayó en desgracia y hasta perdió su negocio.
Consideran que su situación no es crítica y que podría recuperarse con una oportuna intervención.
Dominguita
Era militante de la zona “K” del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y trabajó como barrendera en el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Los vecinos dicen que tiene cuatro hijos en Italia, a quienes extraña.
Ella dice que sale cada día a las calles “porque debe buscarse la comida para sobrevivir”.
La dama del turbante
Dice que se llama Jaqueline Arias Concepción Padilla. Anda siempre con un turbante por la calle Albert Thomas, cerca de la Estrella Ureña. Se queja porque a un hijo de su hermano le dan drogas y lo ponen como loco.
Suele dar números de la Lotería y, como ha acertado con frecuencia, algunas personas del sector la procuran con el propósito de dar un golpe de suerte. Se detiene frente a los vehículos para vociferar a sus ocupantes, pero en la zona dicen que no es una enferma mental violenta. Posó para la cámara del fotorreportero Adriano Rosario y tuvo la previsión de decirle al chofer de prensa Juan Soto “vayan con Dios y suban los vidrios”.
Carlitos
Suele ubicarse en los alrededores de la avenida Padre Castellanos con Albert Thomas. Menciona apellidos y nombres de lugares, como Difó, Báez, Inocencio, Hermandad de Pensionados, Zona Colonial, lo que vecinos atribuyen a que trabajó como mensajero.
Casi siempre está limpio, pero su ropa es más grande que su talla.
Eduardo José Muñoz, vigilante de un banco cerca del lugar, dice que allí todo el mundo lo conoce y lo quieren mucho.
Precisó que Carlitos era mensajero en una compañía donde le tenían mucha confianza y un día lo enviaron a realizar el depósito urgente de una elevada suma de dinero, pero él se fue a comer primero a su casa y dejó la diligencia para la tarde. “La compañía reportó que él se había fugado con el dinero, y cuando la Policía fue a su casa y lo encontró se lo comió a palos, y desde ese momento perdió la razón”, indicó Muñoz.
Carlitos llega temprano en la mañana a esa intersección y sabe el momento en que debe retirarse a su casa al caer la tarde.
Él dice que arreglaba bicicletas, daba clases de defensa personal y que realizó un curso de fotografía.
Acostumbra a acudir a las funerarias y, aunque no conozca al difunto y a los deudos, llora con ellos como si se tratara de un familiar.
Juana, la de la sombrilla
Su lugar preferido es un banco en la avenida Expreso Quinto Centenario de la capital, frente a la emisora Vida FM. Asegura que fue violada y culpa a figuras prominentes de la sociedad. Lleva una maleta, un galón y una gran sombrilla para protegerse del sol.
Usa collares y prominentes anillos, además de que siempre está maquillada. La falda que viste está hecha de una tela que se usó para una propaganda del presidente Danilo Medina.
Daniel Taveras Polanco, vecino del lugar, afirmó que siempre la ve sentada en un banco desde tempranas horas de la mañana y todavía permanece allí cuando regresa a su casa cerca de las 4:00 de la tarde.
“La gente no le hace daño y ella es una persona tranquila”, añadió, pero los moradores de los alrededores desconocen quiénes son sus familiares.
Juntos. Pacienes en la Unidad de Atención en Crisis (UIC) del hospital infantil Santo Socorro, donde brindan atención a un promedio de 20 niños y adolescentes cada mes por diversos trastornos mentales. La UIC cuenta con ocho camas.
9 HOSPITALES YA TRATAN A PACIENTES POR CRISIS
“¿Traen un enfermo?”, fue la pregunta de un vigilante a la entrada del Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS), cuando el equipo del LISTÍN DIARIO se presentó en una camioneta a la puerta de la estructura. Suele ocurrir porque la población desconoce que ya no pueden llevarse pacientes con crisis y deambulantes al centro ubicado en el kilómetro 28 de la Autopista Duarte.
Para ingresar a pacientes en el centro se requiere cumplir con un protocolo que incluye tener establecido un diagnóstico psiquiátrico en condición crónica, que esté respondiendo de manera favorable a los medicamentos indicados y que se encuentre en una condición de ausencia de apoyo familiar o que su entorno no sea apto para garantizar su estabilidad.
De cualquier deambulante u otro paciente que requiera asistencia inmediata por un problema mental, se ocupan las Unidades de Intervención en Crisis (UIC) cuya creación dispuso la resolución 000019 del 5 de agosto de 2016, y en virtud de la cual se eliminó también el antiguo Hospital Psiquiátrico Padre Billini para dar paso al CRPS.
Actualmente funcionan nueve UIC, seis en los hospitales Vinicio Calventi, Darío Contreras, Francisco Moscoso Puello, Jacinto Ignacio Mañón, Infantil Santo Socorro y la Unidad de Salud Mental Ramón Rey Ardid del Luis Eduardo Aybar, en el Gran Santo Domingo.
Las tres restantes están las instaladas en los hospitales Juan Pablo Pina, de San Cristóbal; San Vicente De Paul, de San Francisco de Macorís, y el Jaime Mota, de Barahona.
Con las UIC y las 1,723 Unidades de Atención Primaria (UNAP) diseminadas por todo el país se procura fortalecer el primer nivel de atención en materia de salud mental.
El objetivo es tener 20 UIC instaladas en las ocho regiones de salud. Estas unidades cuentan con un médico, una enfermera y tres promotores de salud. También se está capacitando al personal de las UNAP para que se encargue de dar seguimiento a los pacientes que han sido intervenidos y luego despachados por las UIC, donde el período de internamiento por una crisis es de 7 a 10 días.
La única infantil
La UIC del hospital infantil Santo Socorro es la única en el país para la atención en salud mental de niños y adolescentes. Luis Ortega, encargado de la unidad abierta hace tres meses y medio, reveló que reciben a pacientes de cero a 18 años de todo el territorio nacional.
Los casos más frecuentes que atienden son por esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad y del espectro autista, pero asegura que también llegan a esa UIC adolescentes con problemas de drogodependencia y por consumo de alcohol que son sometidos a procesos de desintoxicación.
“Hemos visto incluso casos no tan comunes, como el de una niña que padecía un trastorno disociativo que le impedía reconocer a sus padres”, precisó Ortega, quien asegura que las camas casi siempre están llenas porque tienen una gran demanda. En agosto pasado brindaron asistencia a 20 pacientes y en septiembre a 19.    
La unidad cuenta con ocho camas donde los niños y adolescentes tratados por crisis pueden permanecer internos de tres a 10 días, pero dependiendo de la gravedad de su condición se podría extender a 15. Hay casos de pacientes con hasta tres internamientos porque caen nuevamente en las crisis que motivaron el primer ingreso.
El protocolo es que el paciente ingrese por el área de urgencia que labora 24 horas, de donde contactan a un psiquiatra para determinar si amerita un internamiento. La UIC del Santo Socorro cuenta con dos psiquiatras infanto-juveniles, una psicóloga especialista en trastornos de crisis, cinco enfermeras y un vigilante.
Un equipo de LISTÍN DIARIO también visitó las unidades instaladas en los hospitales Francisco Moscoso Puello y Darío Contreras de la capital.
La del Moscoso Puello es una de las que tienen mayor demanda, debido al cierre por reparación del hospital Luis Eduardo Aybar. Solo en un mes -mayo pasado- atendieron a 332 personas, con un período de internamiento desde horas hasta diez días. Tiene cuatro habitaciones y ocho camas.
Esta unidad comenzó a operar en 1996 y cuenta además con un Hospital del Día donde reciben terapia de rehabilitación por unos tres meses los pacientes egresados de la UIC, con el apoyo de sus familiares. La UIC del hospital Darío Contreras comenzó a operar en marzo pasado y tiene seis camas en cuatro habitaciones. Todas las habitaciones tienen aire acondicionado.
Apoyo. José Alberto Maldonado junto a su hija Hilda Estefany, de 23 años.
“Esto es para valientes
Jose Alberto Maldonado, quien es chofer de prensa, descubrió que su hija Hilda Estefany Maldonado, ahora con 23 años, tenía esquizofrenia, cuando a la edad de 16 años notó que se aislaba y que decía incoherencias.
Le dijo a la madre Jomelin Pérez, de quien ahora está separado, que observara a la muchacha porque “yo no vivo en el día a día con ella, pero noto que hay algo que no está bien”.
Recuerda que un día le llamaron al trabajo por una crisis que tuvo y cuando la llevó a emergencia le dijeron que tenía un cuadro psiquiátrico.  A partir de ese momento la pusieron en observación hast que le dieron el diagnóstico definitivo.
Como tenía su seguro médico privado la llevó inicialmente a una clínica, pero como no cubría en esa especialidad, decidió entonces acudir al hospital psiquiátrico Padre Billini, donde entró y salió cerca de 10 veces producto de las frecuentes crisis, en lapsos de 15 a 20 días.
Desde ese momento Maldonado comenzó a realizar gestiones para poder costear los medicamentos, ya que su sueldo de chofer se le iba en el tratamiento y aun así le faltaba. “Eso para mí era insostenible y por eso fue que la niña llegó a asistir más de 10 veces al hospital porque cuando se desprogramaba uno de esos medicamentos, que una sola pastilla cuesta 180 pesos y lleva tres diarias, se le escapa de las manos a cualquiera de clase media, y mucho más yo que soy un chofer asalariado”, indicó.
Tocó las puertas de diversas instituciones para hacer frente a ese gasto, sumado a las consultas, terapias y alimentación especial que colocaron la atención a su hija hasta cuatro veces por encima de sus posibilidades.
Maldonado le agradece al Ministerio Administrativo de la Presidencia que le ayuda actualmente con los medicamentos de su hija, luego de que en otras instituciones del Estado las gestiones fueron infructuosas. “Pienso que se debería aumentar el presupuesto en salud mental para asistir a las personas en esta condición, porque nadie escapa de tener en su familia un enfermo mental”, precisó.
Dijo que la enfermedad de su hija ha sido un cuadro desgarrador para él y la madre porque con un enfermo mental la familia no se puede tener vida social y funcional.
“Siempre dije que mi hija no terminaría siendo una enferma mental en las calles, por lo que decidí solicitar ayuda por diferentes vías, y el Ministerio Administrativo fue que me tendió la mano”, precisó Maldonado, quien aseguró que no juzga a las personas de escasos recursos que finalmente abandonan a su suerte a parientes con trastornos mentales.
“Esto es para valientes. Es de valientes enfrentar una enfermedad mental en un país donde los enajenados están desamparados”, dijo, tras lamentar que su hija fuera sacada de su seguro cuando alcanzó la mayoría de edad, pese siempre será una persona vulnerable.